El problema de Ana Botella no es que hable mal en inglés. El problema de Ana Botella y de todos los de su club de caraduras selectos, especuladores al acecho, ventajistas y ultraderechistas camuflados, es que hace mucho tiempo que no saben hablar español. Y entenderlo, menos aún. El problema de quienes mandan en esteSigue leyendo «Idiomas»