Chapista

Nadie es adulto de verdad hasta que no consigue encontrar un buen chapista. Hacerse mayor implica muchas cosas, entre ellas tener claro quién es el chapista, el mecánico, el carnicero, el pescadero, el barman o el peluquero de uno. A esta lista se puede añadir la querida o el director espiritual, según sea, pero uno se limita a enunciar lo básico para sobrevivir. De niño siempre tuve claro que los auténticos adultos eran los que llamaban al chapista por su nombre y entraban como Pedro por su casa en aquellos talleres penumbrosos, llenos de fosos, restos mortales de coches, sonidos de martillazos brutales y olores a pinturas penetrantes. La educación sentimental e intelectual de cualquier persona no es completa si se queda en blanco cuando su coche se estropea y tiene que andar por ahí preguntando ¿conoces a un buen chapista? Sería casi lo mismo que tener necesidad de irse de putas y tener que preguntar a un conocido donde están las mejores profesionales. Una vergüenza. Ser persona es difícil. No basta con hacer el bachillerato y la carrera, casarse bien, tener hijos, y ser una persona de apariencia discreta y respetable. La formación integral de un ciudadano y su acceso al libre albedrío no se completa hasta que no es capaz de contar con su propio chapista, una elección más complicada, por ejemplo, que la que se hace al votar en las elecciones. Dar con un buen chapista, curiosín, cumplidor y que cobre lo justo, requiere más tiempo que dar con un político que presente las mismas características. Es más, a un buen chapista se le conserva toda la vida, y se llora su jubilación, mientras que es improbable que un candidato no termine por decepcionarle a uno. Yo no me sentí adulto la primera vez que fui a votar. Ni siquiera la segunda o la tercera. Me sentí un paisano cuando descubrí a Jose, un buen chapista, y a Ignacio, excelente mecánico. Y es que las verdades de la vida las cuentan los buenos chapistas, los mecánicos o los verdaderos camareros, los que te conocen de toda la vida y no te van a pintar el coche con cualquier pintura ni te van a servir copas de garrafón. Hasta que nuestros políticos no sean para nosotros tan imprescindibles como los camareros y los chapistas, la democracia seguirá llena de abollones.

Publicado por Jaime Poncela.

Periodista, redactor publicitario, controlador de redes sociales, cincuentón, bocazas, depresivo, cáustico y aspirante a vividor y/o rentista.

2 comentarios sobre “Chapista

Deja un comentario

www.Entrevisttas.com

Más enfoques | Más libertad

balonperi

This WordPress.com site is the bee's knees

lamujerincisiva's Blog

aventuras y desventuras de una mujer divorciada

CENTRAL Y FONDO

Artículos de Rafael Quirós

Artículos de saldo / Jaime Poncela

-¿Por qué no ha vuelto a escribir otro libro? -Buscaba la Gran Belleza. Pero no la he encontrado. Jep Gambardela. "La Grande Belleza"

Ernesto Is

Dramaturgo

Three days in Paris

la vida exagerada de una madre nada exagerada

El derecho y el revés

El objetivo de este blog es contribuir al debate jurídico con personas que no están seguras de tener razón.

Emitologías

Explicaciones mitológicas para cotidianas expresiones

CarHer67

Evoluciones e involuciones ... Ay!🌏🌍🌎!!!

-¿Por qué no ha vuelto a escribir otro libro? -Buscaba la Gran Belleza. Pero no la he encontrado. Jep Gambardela. "La Grande Belleza"

Demasiadas palabras

Vejer en las hemerotecas y libros digitales

En el tendedero: la realidad "con pinzas"

¿Dónde han quedado la dignidad y el valor de la verdad?

Escritos sin categoría

Alter ego, hijo bastardo, hermano pequeño y huérfano de Artículos de Saldo.

PENSAMIENTOS, MISCELANEAS Y FABULAS.

Ningún animal fue dañado durante la producción de este blog... salvo su autor.

bolanueve

Poco debes preocuparte si tiene solución. Nada si no la tiene.

maiclo @ test

...sucediendo a 'maiclo is not a geek'

Gallota

Mejor Diseñador Gráfico, Dibujante y Humorista de Quintes 2023

#RTPASÍ

Defendemos una Radio Televisión Pública en Asturias